Tequila, Jalisco

No soy amante del tequila pero me fascinó su tierra, su origen y el proceso de elaboración.

La pureza de un tequila depende completamente de la composición del agave. Cuando un tequila no señala en su etiqueta que es 100% de agave, es un tequila mixto.

Si es un tequila mixto, será de baja calidad ya que la azúcar obtenida del agave se mezcló con otros azúcares durante su elaboración. En los tequilas mixtos, el agave se mezcla con jarabe de maíz o de caña de azúcar.

Principalmente, hay tres tipos de tequila: blanco, añejo y reposado. El blanco es un tequila joven con una maduración menor a dos meses.

El reposado está sujeto a una maduración más larga, que va desde los dos meses hasta siete o más años en contacto directo con la madera. Los barriles pueden ser de Bourbon, roble o encino.

El añejo lleva por lo menos un año de maduración con la misma madera y puede llegar hasta quince, veinte o más años. Tanto en el reposado como en el añejo, sobresalen las notas de madera.

Mi favorito es el añejo. Y lo tomé sin limón y sal, a puros sorbos chiquitos. Degustando el aroma y el paladar. Degustando a Tequila, Jalisco, donde la piedra volcánica le da un toque especial.