Perros de volcán

Perros de volcán. Lo suben y bajan todos los días con tremenda facilidad. Siempre te acompañan. Dan a luz en lo alto del volcán. Caminan en silencio. Son guías, mensajeros y guardianes.

Son perros callejeros que nacieron en las tierras altas de Guatemala, a una altitud por arriba de los 2,500 metros del nivel del mar

Yo soy una persona observadora y mi capacidad para subir volcanes es modesta; lenta pero segura. Me paro mucho y voy viendo mi alrededor mientras el pulmón regresa con el aliento.

Cuando escalas algún volcán de la línea de fuego en Guatemala, se asoman compañeros que alegran el paisaje. Siempre son un gran descubrimiento.

Yo los llamo «perros de volcán» y no es cualquier especie. Son perros callejeros que nacieron en las tierras altas de Guatemala, a una altitud por arriba de los 2,500 metros del nivel del mar. Son de pelo corto y suben y bajan con facilidad 3,900 metros para llegar el pico y viceversa. No los ves cansados y no se agitan. Caminan en silencio.

Agradecen un espagueti, un macarrón, un trozo de sandwich o cualquier despiste que deje el escalador y/o escaladora. Saben que necesitan energía y no dudan en cobrar su comisión.

Para mi han sido guías. Me alegran la subida. Me llaman la atención. Pienso en su historia de vida. Los acaricio y les agradezco el camino. Y al final, los veo contentos. En forma, frescos y contentos.

Son mis guardianes de las tierras altas de Guatemala. No me imagino subir otro volcán sin ellos, sin los perros de volcán.

📸 Photos by: @samriley2178 @amy_mccourt @calamartercero