Qué fuerte, qué sacudida.
Varios temas me estremecen del caso Fátima en México, pero no puedo dejar de pensar en la frialdad y crueldad de la mujer que recogió a Fátima en la escuela y que la llevó, de la mano, a una casa ajena donde sabía que la matarían…
Eso, sin dejar de mencionar al hombre que, momentos después, la torturó, abusó de ella y la asesinó.
Vaya dolor, infinita tristeza. Que paren los feminicidios y que pare la violencia…