Versos del Mahabharata

Cuenta la sabiduría ancestral hindú que la atención del aprendiz sólo pertenece al presente y que por eso hay que tener el corazón y los ojos bien abiertos. Sólo en el presente podemos modificar nuestra realidad, sólo en el presente podemos escribir nuestra narrativa, sólo en el presente podemos actuar. Es el tiempo en el que los hilos de la mente se conectan con las fibras de nuestro cuerpo. Nuestras ideas, nuestras emociones y nuestro cuerpo se alinean y ese momento no se volverá a repetir. La física y la química no mienten, el presente es el único tiempo verdadero. Por eso insisten los maestros en tener la mente en el presente y disfrutar el camino que se va recorriendo. Por eso insisten en dejar de rumiar y proyectar el sendero venidero. Sólo en el presente podemos cambiar.

El poema épico hindú del Mahabharata es una de las primeras referencias escritas que documentan el principio de la conciencia plena en el momento presente. Desde hace más de tres mil años, en la India corre el hábito de buscar entrenar el cuerpo y la mente para ampliar nuestra capacidad de conciencia y nuestra capacidad de asombro. Según los versos del Mahabharata, cuando vivimos en el presente somos capaces de renovarnos y soltar la versión que se recuerda del pasado o la que se predice del futuro. La vida verdadera es la que está en el presente porque sólo ahí podemos reinventarnos. Una mente clara es una mente en calma en la que se refleja nuestra vida tal cual va sucediendo. Por eso el hindú cree tanto en la meditación. Por eso repiten los mantras. Por eso elevan sus intenciones.

La filosofía hindú también advierte que la auténtica libertad sólo existe cuando aceptamos el presente y lo inesperado, cuando de manera deliberada dejamos de crear expectativas y nos adaptamos a la vida como va surgiendo. Algo así como vivir la vida sin apegos, más allá del apego que merece este momento. La verdadera paz es dejar de preocuparse por un futuro que no ha existido y un pasado que no podemos cambiar. Las escrituras sánscritas señalan que el verdadero amuleto de la conciencia recae en la acción, en la capacidad de transformar nuestra realidad. Cuando actuamos, nuestra mente está enfocada en lo que estamos haciendo, más allá de lo que no sucedió o de lo que sucederá. La acción pertenece al presente y lo desconocido siempre será desconocido. Nuestra experiencia sólo es una referencia pero nuestras acciones son las que van marcando la brújula del camino. Porque para la filosofía hindú lo más importante es el camino, ahí radica la verdadera transformación.

Lo que me llamó la atención de este pasaje hindú es que en los últimos años la ciencia occidental ha tenido descubrimientos que apuntan hacia el mismo principio. Una investigación de la escuela de psicología de Harvard realizada en el 2006 reveló que el 46.7% de nuestro tiempo pensamos en otras cosas diferentes a las que en el momento estamos haciendo, y esto con el tiempo, nos va causando frustración. La investigación demostró que la muestra estudiada puso su atención en el pasado o en el futuro de una manera que no era productiva. Perdían mucho tiempo pensando en cosas en las que no tenían poder de acción y eso les generaba angustia. El estudio concluyó que vivir en el futuro puede generar un sentimiento de ausencia, la mayoría de la muestra siempre declaraba que estaba esperando a que pasara algo para poder estar completamente bien. Y mientras eso ocurría, la vida pasaba.

Después de repasar las dos visiones en la redacción de mi cabeza, ahora entiendo que al final todo es una práctica y que mucho va de volver a entrenar. Bien dice el hindú que el aprendiz debe mantener una atención plena para encontrar el verdadero balance y que el silencio de la mente deja en acecho los sentidos para interpretar a plenitud la existencia. Según la leyenda del peregrino, para llegar a tal estado de abundancia hay que conectarnos con lo que está sucediendo y así entrenar nuestros impulsos, nuestros pensamientos y nuestros instintos. La sabiduría del Mahabharata apuesta por la importancia de hacer tierra mientras se hace camino, y es que al vivir en armonía con el presente se puede encontrar el equilibrio. Contemplando y sin juzgar. Porque sólo podemos actuar en el presente, sólo el presente es real.

Referencias:

Living in the moment makes people happier, por The Guardian

We aren’t built to live in the present, by 

Hindu teaching to being on the present moment, by Mathew Buttler