El lado oscuro

El día no se entiende sin la noche, la vida no existe sin la muerte y la oscuridad no se explica sin la luz. El lado oscuro de la naturaleza humana ha sido campo de estudio desde los primeros tiempos y es parte inevitable de nuestra esencia; decenas de filósofos, psicólogos, músicos y pintores han abordado el tema y el debate ha tenido fascinantes desenlaces. En esta ocasion mi texto hace referencia a dos piezas que se volvieron obras de arte y que en su narrativa trataron de explicar el dilema. Dos lecturas distintas del tema: el lado oscuro de la fuerza de Star Wars y el lado oscuro de la luna de Pink Floyd.

En la primavera de 1973 la banda británica Pink Floyd cambió el curso de la historia de la música al publicar su octavo álbum, The Dark Side of the Moon. El disco de vinilo contaba el recorrido de la experiencia humana y exploraba sentimientos como la avaricia, la fuerza, la presión social, el estrés, la ansiedad, la falta de tiempo, el dinero, el envejecimiento, la muerte y la enfermedad mental. Cada cara del álbum es una pieza continua que representa una crítica a la sociedad contemporánea. Para Pink Floyd, el viaje al lado oscuro de la luna significaba el resultado de la domesticación social de nuestros impulsos y nuestras pasiones más mundanas; la lucha por tratar de controlar el comportamiento humano y las ironías que derivan en conflicto, agresión, etnocentrismo o demencia. El lado oscuro al que se refiere la banda es el de una sociedad sin empatía y en decadencia.

La obra maestra de Pink Floyd es una metáfora sobre los sentimientos negativos que habitan en el lado oscuro de nuestra existencia. Su filosofía advierte que si la oscuridad no es reconocida puede desembocar en mecanismos de defensa individuales y sociales. Por eso la guerra, la injusticia, el mal uso del poder, la desigualdad y la carencia. Para Pink Floyd, todos tenemos cierto nivel de locura y todos lidiaremos alguna vez con nuestro enojo, nuestra ira, nuestra rabia y nuestra cara más violenta. Así, el lado oscuro de la luna es parte de nuestra naturaleza, o como diría Roger Waters: “es defender la idea de nuestras diferencias”. Reconocer nuestra locura, es reconocer nuestra esencia.

Por otra parte y en otras latitudes, en 1980 se lanzó “Star Wars: The Empire Strikes Back”, que sería la segunda película de una fascinante saga que revolucionaría la ciencia ficción cinematográfica. En el guion escrito por George Lucas se narra la historia de un joven que se entrena en las artes del caballero Jedi para convertirse en un hombre de poder y traer de nuevo el equilibrio de la fuerza. Para el Jedi, la fuerza es una energía que habita en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos, es una energía que tiene un lado oscuro y uno brillante. En palabras de Yoda, “el miedo es el camino que te lleva al lado oscuro de la fuerza; el miedo se vuelve enojo, el enojo se vuelve odio y el odio es sufrimiento”. El Jedi es aquél que reconoce esas emociones negativas, el que las entiende, el que las domina y el que fluye con ellas.

La pieza cinematográfica habla de la importancia de tener una vista clara, totalmente consciente y atenta. Esta cualidad nos hará reconocer nuestras debilidades y deseos, entendiendo cómo las emociones se complementan. Según la filosofía de Star Wars y del Jedi “la emoción encuentra la calma, la ignorancia se vuelve conocimiento y las pasiones traen serenidad. Así no existe la muerte, sino existe la fuerza”. En esta óptica, nada es absoluto, el lado brillante de la fuerza no existiría sin el lado oscuro y viceversa. O dicho en otras palabras, todo tiene dos fuerzas opuestas que están en constante cambio y que juntas forman un todo. Cada lado tiene un poco del otro y el arte del maestro es devolver siempre el equilibrio. Muchos dicen que George Lucas se inspiró en filosofías milenarias como el budismo y el taoísmo, en el concepto del Yin Yang. 

En mi caso, tanto la historia de Star Wars como el álbum de Pink Floyd han sido fuertes influencias en mi camino. Con los años, las canas y la experiencia, estoy convencido de que todos tenemos un lado oscuro y que reconocerlo nos hará vivir más libres y más ligeros. Creo que hacer las paces con nuestras fobias, nuestras preocupaciones, nuestros impulsos y nuestros deseos, nos hace más congruentes y auténticos. Convivir con nuestro lado oscuro es un buen remedio para reducir nuestra angustia existencial y entender nuestro actuar. Decidirlo. Los sabios afirman que en el lado oscuro del ser humano habita una gran creatividad, una energía vital que nos define y nos complementa. Y eso lo sabían bien Pink Floyd y George Lucas, de la oscuridad puede surgir la luz y de la luz surgen los colores.

Referencias:

The Dark Side of the Moon LP by Pink Floyd, 1973 

Star Wars and Philosophy, the Paradox of the force, by Edwardo Pérez 

The True Nature of the Dark Force, by Emily Asher-Perrin

The Meaning of Dark Side of the Moon, redacción Tor.com

Was the force inspired by Taoist Philosofphy?, Comic Book Movie