Mentalidad de campeón

Dicen los que saben, que para ser un campeón sólo se necesitan tres cosas: pensar, sentirte y actuar como campeón. Sin entrar en los mares del detalle, esa es la ecuación perfecta para ser un ganador. Tanto en la vida, como en el futbol.

La mentalidad ganadora es un factor clave en cada tarea que emprendemos. El rendimiento psicológico y emocional es directamente proporcional al rendimiento físico, la estrategia mental es el inicio de una historia de éxito. La manera en la que afrontemos los avatares de la vida, dibujará en gran medida la narrativa y el desenlace de nuestro camino. Si no creemos, si no confiamos y si no hacemos lo necesario para llegar a un lugar, difícilmente llegaremos.

Lo mismo ocurre en el futbol. Un equipo ganador está hecho de jugadores que están convencidos de que es posible quitarle los ceros al marcador. Jugadores que confían en su talento. Jugadores que se visualizan alcanzando el éxito. Jugadores que saben manejar la presión en los momentos de adversidad y que actúan en consecuencia para vencer el miedo. Un equipo no es campeón por casualidad, primero visualizó ese escenario de éxito y después hizo todo lo posible para merecerlo. Hubo un largo camino hacia la cima, pero la mentalidad fue primero.

Siguiendo este principio, vale la pena hablar de los jugadores mexicanos que están tratando de hacer historia en Rusia, me llama toda la atención la mentalidad que quiere proyectar nuestra Selección. Ahora, son ellos los que nos están diciendo de mil maneras que tenemos que creer que es posible ser ganadores y que si no visualizamos primero al equipo levantando el trofeo, el equipo no llegará nunca a hacerlo. Esta generación de futbolistas mexicanos nos está pidiendo confiar en nosotros como pueblo, y en esa inercia, también confiar en ellos. La tribu verde nos está pidiendo reconocimiento a su capacidad y a su talento, a su experiencia.  

Muchos de ellos han recorrido un largo camino para poder estar ahí y muchos también han dejado su zona de confort para probar suerte en el extranjero. Otros compiten el puesto en una liga local que se ha vuelto globalizada y que compra jugadores extranjeros todo el tiempo. No sé si eso tenga algo que ver en su afán de soñar y quitarse los fantasmas del miedo, pero lo cierto es que son jugadores que han medido su talento con rivales y compañeros de otros países que dicen ser potencia del futbol mundial. 

Quizás ahí, nos hemos dado cuenta que somos igual o mejor que ellos. Que brilla nuestra creatividad, nuestra habilidad y nuestra capacidad de adaptarse ante cualquier momento. Que somos igual de trabajadores e igual de exitosos. Que no hay tantas diferencias cuando actuamos con compromiso, agallas y esfuerzo. Que al final, somos once contra once en el terreno de juego. 

Con esa actitud voy a ver el juego de mañana entre Suecia y México, con esa mística los voy a apoyar. Mantendré pensamientos positivos y poderosos mientras vea el partido. Confiaré que pueden ganar y pasar como líderes de grupo. Me acordaré que son tipos que han sabido sortear la adversidad y que saben manejar los nervios. Y sobre todo, voy a ver a un México ganador. Un México trabajador que tiene toda la inteligencia para competirle de frente a cualquiera. Voy a ver a una camada de jugadores que tiene mentalidad de campeón y que tiene el carácter y la valentía suficiente para no rendirse en el intento. Y es que si no confiara en ellos, no estaría escribiendo este texto. 

Referencias:

Mentalidad ganadora/ Runner’s World/ 2017