El hombre y el campo. Los caballos, chivos y gallos. Las montañas y las veredas. El rancho de mis recuerdos y esa melancolía que tienes que mirar. El amor por mi familia, por los que llegan y por los que arriba están. La magia de esa luna llena navideña. Un alto para reflexionar. Así fueron estos días; con el gusto de vivir, con el gusto de compartir, y con el gusto de caminar…